Editorial Militancia y Sociedad
Tras el
inicio del ciclo de reformas y transformaciones democráticas más importantes de
la vida republicana de nuestro país, resultaría insensato no apostar, en el
marco de las próximas elecciones territoriales, por una renovación en los
puestos de representación regional, especialmente, de Alcaldías y
Gobernaciones. Esta editorial ha insistido, particularmente, en
que todo proyecto de cambio requiere no solo de la transformación del aparato
económico-productivo (redistribución de la riqueza, fortalecimiento de la
economía popular y de la economía de las clases trabajadoras, industrialización
del campo, etc.) sino, además, de la transformación del régimen de Estado y de
Gobierno que ha colocado el poder político en manos de una facción de la
oligarquía. Para ello, es vital contar con representación popular en los
distintos niveles del Estado.
Esta última condición
constituye, quizá, uno de los más importantes retos (más no el único) para el
campo progresista y para los movimientos de izquierda. Es necesario intervenir
en política electoral, ganar elecciones y conformar un gobierno alternativo con
vocación de transformación local desde esa doble perspectiva (económica y
política) sin renunciar, por supuesto, a la autonomía de los procesos y
organizaciones sociales de base. Ahora bien, sabemos que la renovación de los
puestos de representación regional no será garantía suficiente para lograr tal
cambio, como tampoco serán garantía plena a la hora de defender los intereses y
exigencias del campo popular y de las clases trabajadoras, pero representa, de
todos modos, un avance clave y una estrategia que la izquierda y el progresismo
por ningún motivo debe desatender.
Es conveniente reconocer,
entonces, que la política institucional-estatal permite sentar un progreso
relativo (siempre parcial, contingente y reversible) a las conquistas y futuras
batallas del pueblo trabajador. Luego, será siempre oportuno contar con un
respaldo a los sectores populares y al movimiento social en los puestos de
representación estatal. Precisamente, reconocemos en la candidatura de Renzo
García esta oportunidad: la de una estrategia de articulación entre la
movilización/organización social-ciudadana y la acción política en el marco de
los órganos de representación del Estado. Creemos que una futura alcaldía de
Renzo García podría contener el ascenso de la derecha regional asociada al
barretismo y ofrecer un proyecto de ciudad verdaderamente alternativo.
De lejos, la candidatura de Renzo
García ha logrado reunir, en comparación a sus contendores, a múltiples
sectores sociales del departamento que se manifestaron y que, de algún modo,
creyeron en un posible cambio a través de la movilización de masas. Por eso,
llamamos a esta candidatura a no desfallecer en el intento de seguir
fortaleciendo y haciendo crecer el grado de organización de los movimientos
sociales en el municipio. Recordemos que solo han sido los pueblos movilizados
quienes han recuperado y sostenido la democracia cuando la derecha y los
reaccionarios han asediado las experiencias progresistas en América Latina, por
lo cual, es crucial que la política institucional de corte progresista mantenga
un hilo de conexión e interdependencia con las organizaciones sociales de base.
Por otro lado, invitamos a
esta candidatura a ir más allá del programa fundamental del Pacto Histórico en
las regiones. Creemos que, aunque el Pacto es por hoy la coalición en la cual
buena parte de las familias trabajadoras depositan su confianza, una alcaldía
progresista puede superar las expectativas de esta coalición y avanzar
decididamente en un cambio real para el municipio. Coincidimos, en ese sentido,
con 3 líneas fundamentales del programa político de Renzo García:
1. Política
de empleo y productividad: el problema del desempleo está asociado, indefectiblemente, con el tipo
de estructura económica municipal (sector comercio y servicios). Sabemos que
este renglón de la economía concentra las peores condiciones de trabajo:
desregulación laboral/salarial, aumento intensivo de las horas de trabajo, e
informalidad. Por esta razón, coincidimos en términos generales con la apuesta
reindustrializadora que propone Renzo García. La reconversión productiva de la
economía municipal debe tener en cuenta tanto el potencial agrícola como
textil. (Sugerimos, en ese sentido, reorganizar el tejido industrial de la
ciudad mediante asambleas de productores locales y barriales).
2. Política de crecimiento urbano: coincidimos en la estrategia de
reorganización del territorio en torno al cuidado y protección del agua. En una
ciudad que cuenta con más de 80 acueductos comunitarios, hacer del agua el eje
de la política de crecimiento y expansión urbana podría ser una medida no solo
contra la especulación inmobiliaria y financiera (que ha tenido efectos
negativos sobre la ciudad), sino también una medida democrática que fortalezca
los procesos de organización comunitaria.
3. Política de salud mental: coincidimos en la necesidad de promover una política de prevención y
atención integral a los problemas relacionados con la salud mental. La
propuesta de Política de Salud Mental de Renzo García reconoce la importancia
de incorporar la salud mental dentro de la agenda de la sanidad pública.
Consideramos que es clave que la política de atención se fortalezca mediante
redes de supervisión en colegios e institutos.
En síntesis, consideramos que
el proyecto de gobierno de Renzo García puede representar un progreso para las
luchas sociales que ha dado el movimiento de trabajadores, ambiental,
campesino, de mujeres y estudiantil en el municipio. Nuestro apoyo se mantendrá
mientras se defienda una representación política que articule la lucha al
interior del Estado con los procesos de autoorganización popular y lucha social
extra-institucional. Invitamos a quienes leen este pronunciamiento a considerar
su apoyo, el próximo 29 de octubre, a la candidatura de Renzo García a la
alcaldía de Ibagué. La derecha regional no puede seguir ganando el pulso en los
puestos de representación local. Otra historia institucional es posible, una
historia que reafirme en el Estado la igualdad de los sin-parte.
¡El próximo 29 de octubre
apoyemos a Renzo García a la Alcaldía de Ibagué!
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