Editorial Militancia y Sociedad

Desde el 2022, Colombia vive un proceso gradual de transformaciones político-económicas. La victoria del Pacto Histórico en las pasadas elecciones generales representó un giro en la política económica del país y un nuevo ciclo de apertura y transición democrática. El programa de reformas sociales, en el que se apostó por un cambio al régimen de trabajo, seguridad social, salud, educación y concentración de la tierra, marcó el inicio de una nueva etapa de la política colombiana en el que la justicia social, la redistribución del ingreso y el mejoramiento de los sistemas públicos de protección social se han convertido en los marcadores de la acción estatal e institucional.

Este ciclo de transformaciones se ha desarrollado pese al bloqueo legislativo de la oposición y pese a la persistencia hegemónica de fuerzas de derecha en territorios, frente a los cuales el Gobierno Nacional se ha visto obligado a negociar permanentemente. Sin embargo, el surgimiento de liderazgos regionales progresistas con presencia en el ámbito legislativo ha logrado disminuir la capacidad de bloqueo institucional de las derechas y ha conseguido ganar un espacio de representación para los sectores populares del departamento, disputando los campos de acción estatal e impulsando el programa de reformas sociales a nivel nacional y local. Este es el caso de la representante por el Tolima, Martha Alfonso.

Desde las pasadas elecciones legislativas del 2022, la representante Martha Alfonso ha sido uno de los principales engranajes de la política de reformas del Gobierno Nacional. Su participación protagónica en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes la convirtió, rápidamente, en una de las figuras de la agenda política nacional: la coordinación de los proyectos de reforma a la salud, reforma pensional, reforma laboral y reforma al sistema cooperativo colombiano hicieron de su representación en la cámara baja del congreso uno de los engranajes estratégicos del progresismo colombiano.

Dentro de su actividad legislativa destacan debates alrededor del sistema público de salud, el régimen de seguridad social y pensiones, el régimen de trabajo y el sistema de educación público universitario; intervenciones y proyectos de alto interés para el Tolima e Ibagué, fundamentalmente en temas relacionados con la empleabilidad juvenil, infraestructura y financiación de los centros educativos y técnicos del departamento, así como la asociatividad productiva (principalmente agrícola), circuitos cortos de economía y desarrollo de la agroindustria. Además de estos ejes centrales, la representante Martha Alfonso ha liderado una importante lucha por la reindustrialización farmacéutica y el reconocimiento de comercializadores locales de medicamentos.

En su paso por la comisión séptima y la comisión para la equidad de la mujer, ha creado una importante articulación entre el trabajo institucional-legislativo y los procesos de autoorganización popular. A través de visitas a campesinos, profesores, jóvenes y mujeres, ha intentado construir un puente de diálogo entre el trabajo parlamentario, la organización comunitaria y la representación departamental en el Congreso Nacional. Algunos resultados de esta gestión se ilustran a continuación:

A lo largo de estos tres años, la gestión legislativa de la representante Martha Alfonso ha demostrado varias cosas: en primer lugar, que es posible conectar las reformas estructurales con transformaciones regionales, es decir, los esfuerzos políticos por establecer cambios en materia de salud pública, seguridad social y régimen de trabajo no son simplemente conquistas nacionales, sino que tienen un impacto local de gran importancia. En el caso de salud, el departamento del Tolima consiguió fortalecer el financiamiento de la red hospitalaria pública y poner en primer plano el problema de la crisis de endeudamiento. 

Lo mismo ocurre con las transformaciones en el régimen de seguridad social y trabajo: en el primer caso, la reforma pensional, bajo la coordinación de Martha Alfonso, logró conseguir un aumento del bono pensional “Adulto Mayor” que cubre más de 9.000 abuelos en el municipio. En el segundo caso, se ha logrado disminuir, como efecto positivo de la política salarial y laboral del Gobierno Nacional, los niveles de desempleo e informalidad. Estos avances a nivel nacional -con evidentes impactos en el plano regional-se han combinado con estrategias de readecuamiento de acueductos comunitarios, gestión y acceso al agua y asociatividad productiva agrícola.

En segundo lugar, la apuesta legislativa de Martha Alfonso no solo ha logrado conectar al Tolima dentro del plan de reformas sociales del Gobierno Nacional, sino también impulsar procesos de organización popular y campesina en el departamento, demostrando que la política no es solo una cuestión de tecnócratas y especialistas, sino también, y sobre todo, de organización popular de barrios, veredas y asociaciones ciudadanas. Su representación ha estado en función de las clases populares del departamento y ha sido garantía de que el Tolima tenga un lugar en el ciclo de transición democrática que vive el país. El próximo 18 de marzo se abre una nueva oportunidad para reelegir este proyecto de poder popular en el Tolima: el de la profesora Martha Alfonso. 

Por esta razón, desde el Comité Editorial de Militancia y Sociedad, les invitamos a apoyar su gestión en el congreso de la república, votando en la próximas elecciones legislativas por el 106 en la lista del Pacto Histórico - Alianza Verde. ¡El Tolima es nuestra tarea!



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