Por: Edwin Andrés Martínez Casas

El planteamiento del candidato presidencial Gustavo Petro sobre el sistema pensional y su futura reforma evocó, por parte de distintos sectores políticos y económicos del establecimiento, una polémica en torno a la recuperación pública del fondo de pensiones. A continuación, se destacan algunas valoraciones al respecto:

1) Se argumenta que el régimen de ahorro individual, en el que los fondos privados de pensiones son protagonistas, es muy "exitoso". Carreta: de los 30 países en los que solo existía el régimen privado, 18 ya revirtieron este modelo y desarrollaron un sistema de pilares. Sí, el sistema de pilares del que habla Petro y que los fondos privados satanizan como "expropiación".

2) La reversión del régimen de ahorro individual en esos países se hizo como consecuencia de que en ese régimen las posibilidades de pensionarse son muy bajas o, en el mejor de los casos, para aquellos que logran una pensión, la mesada pensional resulta demasiado baja respecto al ingreso laboral sobre el cual el trabajador estuvo cotizando.

3) En el fondo privado, para obtener pensión de salario mínimo se requiere que el trabajador cotice sobre más de 4.5 salarios mínimos. Aquellos que estén cotizando por menos de eso no van a obtenerla. Es algo que se ha investigado hace casi veinte años por parte de la Fundación Corona. Ese es un problema estructural del régimen de ahorro individual, que en gran medida está asociado a la elevada comisión de administración que cobra el Fondo Privado, que es de 3%, mientras que, en los Estados Unidos, por ejemplo, la comisión llega en el caso extremo al 1%.

4) Lo anterior influye para que, en la práctica, lo ahorrado durante toda su vida por parte del trabajador, al final no le alcance para obtener una pensión de salario mínimo en el caso de los cotizantes de menores ingresos, y que en el caso de los cotizantes de mayores ingresos apenas sirva para recibir una mesada pensional de un salario mínimo.

5) De los 200 mil pensionados actuales bajo los fondos privados, más de 35 mil reciben mesada por el fondo de garantía de pensión mínima. Además, de esos 200 mil, el 87% obtienen una pensión inferior a dos salarios mínimos, a pesar de que los fondos privados concentran la mayor parte de los cotizantes de más alto salario. En la medida en que la relación (cotizantes/pensionados) siga disminuyendo (algo que ya ha empezado a suceder porque los cotizantes de los fondos privados han empezado a envejecer y han empezado a acercarse a la edad de pensión) en las AFP veremos cada vez más personas requiriendo los recursos de ese fondo de garantía. Esto va a suceder en la medida en que el periodo de desacumulación de ahorros, que ya empezó en los fondos privados, se profundice. O sea, dado el problema estructural de que los ahorros no alcanzan para obtener pensión de salario mínimo, cada vez más se tendrá que usar recursos de ese fondo, con mayor razón con el inicio de la fase de desacumulación por la que están atravesando las AFP.

6) Cuando los recursos del fondo se agoten, el Estado deberá asumir la diferencia. O sea, cuando se acaba la plata, no es el fondo quien va a garantizar una pensión mínima, sino el Estado asumiendo ese pasivo pensional mientras el fondo privado explotó y utilizó en especulación durante treinta años el dinero de los trabajadores. Esta es la verdadera expropiación. Y claro, las ganancias de los fondos están intactas porque i. no asumen el riesgo (lo asume el cotizante) cada vez que hacen inversiones que salen mal. ¿Recuerdan cuando hace unos años a muchos cotizantes de fondos privados les llegó un extracto con su ahorro total menor? Pues eso fue producto de que las inversiones especulativas que realizan los fondos con el ahorro de los trabajadores salieron mal, y como en el régimen individual es el cotizante quien asume el riesgo, las pérdidas de las inversiones especulativas se tradujeron en una reducción de su ahorro pensional; ii. porque el fondo privado no asume costos adicionales cuando se acabe el fondo de solidaridad, sino que el pasivo lo asume el Estado. La tal sostenibilidad que tanto cacarean los defensores de los fondos privados es, en la práctica, la sostenibilidad financiera del fondo, no la sostenibilidad del bienestar social.

7) La incapacidad estructural de los fondos privados de pensiones para garantizar una pensión digna, se hará aún más evidente en unos veinte años, cuando los actuales cotizantes estén en edad de pensión y vean que la mayoría no logró un ahorro que le permita obtener una mesada de un salario mínimo; entonces, los recursos del famoso fondo de garantía de pensión mínima no podrán cubrir la masiva necesidad de recursos para todos los cotizantes de menores ingresos y esa bomba pensional será asumida en última instancia por el Estado con recursos públicos.

8) Los defensores de los fondos privados dicen que el régimen público de prima media es una "pirámide", pues en este las pensiones de los actuales pensionados se cubren con las cotizaciones de los trabajadores activos. ¡Cuánto les duele la existencia de un régimen solidario! Lo que no dicen es que, en sentido estricto, el régimen de ahorro individual, el de los fondos privados, es la verdadera pirámide: los fondos privados viven de captar cada vez más cotizantes que permitan realizar las inversiones especulativas que, licuadas con sus propios recursos, permiten la ganancia financiera del fondo. Es decir, actúan como bancos. ¿Qué son los bancos? Pirámides que tienen sustento legal.

9) Para finalizar: en el fondo está el debate sobre “individualismo vs solidaridad” a la hora de asumir el problema del bienestar social y, en particular, el bienestar de los futuros adultos mayores. Lo que insinúan entre líneas los defensores de los fondos privados es que gracias a ellos cada quién recibe lo que merece y, si en algún caso alguien no logra su pensión, eso se debe a que no fue lo suficientemente previsor como para haber ahorrado más y, por tanto, la sociedad no debería cargar con esa decisión equivocada. Una versión más del espíritu libertario del "el que es pobre es porque quiere". En suma: Régimen neoliberal de acumulación o Estado Social de Derecho.




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