[La siguiente nota no compromete la opinión editorial de Militancia y Sociedad]


Por: Sergio Ch. 

Apoyo irrestricto e incondicional al pueblo cubano que desde el 11 de julio de 2021 se manifiesta silenciosamente en sus casas y democráticamente sale a las calles por pan, democracia y justicia a los presos por luchar. En cambio, no merece ningún respeto, defensa ni “apoyo crítico” el gobierno tirano de Miguel Díaz-Canel Bermúdez (¡Singao!) y su partido gendarme PCC, vergüenza mundial, que, como toda burocracia roja –en Colombia también existen algunas prácticas burocráticas de ese estilo–, muestra su pequeñez y vileza al censurar a quienes son más débiles que ellos, a sus bases, e impedir el desarrollo de las ideas e individuos cuadros. 

Bajo el atropello al derecho de descargo, acusan de romper con el centralismo democrático e ir en contra de los intereses colectivos de la organización y la Nación, estos dirigentes burocráticos desfiguran la tradición leninista, abandonan un método sano de la democracia obrera, desprestigiándose ante las nuevas generaciones indóciles que vienen. Las canciones antiburocráticas cubanas “Háblame” del hijo de Silvio Rodríguez y otros raperos de Tribu Mokoya (2011) y “Traidor” (2008) del Mc Rxnde Akozta, pese a los muchos reparos que tengamos con ellos, son más que dicientes [1]. 

Bien lo señala con hechos la campaña en curso de la corriente Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional y otros sectores en la Isla y en el mundo que cuestionan al resto de la izquierda y a quienes vacilan, como el Blog Comunistas [2] –en riesgo de ser cerrado, al menos, controlado y domesticado su contenido por la tiranía, auto censuradas sus redes sociales, detenidos e ir al exilio–, usado por activistas críticos de Cuba. Algunos de ellos, detenidos temporalmente como el compañero Frank García Hernández, Leonardo Romero Negrín y Marco Pérez Fernández, que ahora vacilan en salir a las calles el 15N y en apoyar abiertamente el proceso de dignidad que viene desde el 11 de julio y que ha dejado miles de detenidos y procesados: 

No se puede acabar con la disyuntiva entre “almorzar o cenar” sin el derecho elemental de luchar y organizarse. La censura que impide el derecho de expresión a los intelectuales y artistas es la misma que prohíbe y reprime el derecho de luchar de los trabajadores [3]. Las recientes declaraciones del escritor cubano, residente en Cuba, Leonardo Padura, lo reafirman: La censura de cualquier pensamiento diferente, de cualquier opinión divergente, es una larga práctica aplicada en mi país

Los trabajadores cubanos están a merced de una encrucijada de dos caminos opresivos. 

Primero, la cúpula enquistada en el poder, el GAESA y DSE que, siguiendo los pinitos del difunto y singular Fidel [4], su hermano Raúl Castro, plantean la ‘vía china’ de seguir y estabilizar un régimen cívico-militar de partido único de una economía capitalista de mercado –ya restaurada– con dádivas sociales que, contrario a sus deseos burócratas, no tendrá un gran crecimiento económico, está siendo raquítica y dependiente de las multinacionales europeas y negociados asiáticos. 

Segundo, la oposición liberal sueña con la ‘vía caribeña’ yanqui de convertirse en una isla semicolonial pseudo democrática, administrada por los hijos y nietos de los gusanos y antiguos funcionarios estatales, para recuperar sus negocios y espacios políticos, de puertas abiertas al turismo de los ricos, confort de unas pocas capas medias y miseria para la mayoría de pobres, como en los tiempos oscuros del tirano Fulgencio Batista.

Ahí están Puerto Rico, Haití y Panamá, como ejemplos del oasis de “paraísos democráticos” en cooperación bilateral, que en realidad nos muestran los males de no ser independientes de las grandes potencias del Norte. 

Debido a la vacilación nacional y falta de apoyo mundial de las legítimas protestas, la conciencia cubana está siendo disputada por la segunda vía, desviando el legítimo odio de clase plebeyo que se tiene a la tiranía castrense. Los artistas cubanos como el dramaturgo Yunior García Aguilera, el Movimiento San Isidro, intelectuales democráticos y ciudadanos cubanos –residentes o exiliados– que miran con anhelo a EEUU y Miami, pueden estar fabricándose ilusiones mentales de que Cuba vire a volverse una nueva Islandia en el Caribe. 

Si bien, es cierto, para desarrollar las luchas, la clase obrera históricamente ha preferido un régimen de democracia burguesa formal que un régimen de dictadura burguesa castrense, aunque anómalo y sui generis, como el que hoy impera en Cuba, no ha sido indiferente a ello, no debe caer en la trampa del ‘mal menor’ y el paraíso ficticio que le quieren vender. Aun así, los cubanos, al parecer, ya están empezando a agotar su paciencia. 

No hay que depositar entonces ninguna clase de confianza “crítica” en los modelos capitalistas restauradores de la vía de la dictadura fachada del Partido Comunista de Cuba bajo el auspicio de China, Rusia y Venezuela, como de la vía liberal fachada del Consejo para la Transición Cuba (CTD) que cuenta con el apoyo de la injerencia del imperio EEUU, la CIA y la Unión Europea. 

Cuba necesita ni más ni menos que un poderoso estallido social de masas con el respaldo activo de la solidaridad internacional de los pueblos, tal y como el que vivió Colombia, Chile y Estados Unidos. Se precisan desarrollar alternativas de una tercera vía. 

Por ejemplo, que la Plataforma Archipiélago, convocante del 15N, dé un salto de construcción hacia una Coordinadora Nacional Independiente de los movimientos sociales (juveniles, LGBTI, trabajadores estatales y privados, intelectuales y artistas) y las izquierdas críticas en la Isla, no atadas y deslindadas de la tiranía de la cúpula del PCC y de la mafia del CTD, que levante reivindicaciones justas y ejes de lucha a través de campañas con influencia de masas y cobertura mundial: 

1) Imponer el fin del criminal bloqueo que EEUU impuso decenios atrás y rechazo de toda intervención imperialista y extranjera en el ámbito político, militar y económico, para recuperar la soberanía nacional. Que el pueblo cubano, no USA, China ni Rusia, decidan su destino. 

2) Aplastar y destituir sin vacilaciones al actual gobierno castrense y su régimen dictatorial anticonstitucional, usurpador del legado vivo de Ernesto Che Guevara y la Revolución Cubana. Para ello, hay que reivindicar cotidianamente las reformas de necesidades básicas de salario, salud, vivienda, transporte, servicios públicos integrales y cultura, libertad de crear partidos y rebelión de las bases gremiales del PCC, sindicatos y organizaciones sociales independientes, medios y blogs, liberar a presos, no censurar internet con apagones estatales, hacer manifestaciones y elecciones libres. 

3) Avanzar en recuperar las conquistas sociales de la primera revolución socialista en el continente americano –que no será la última–. A través de la lucha por un gobierno de los trabajadores y los sectores populares afectados por el gobierno de la tiranía, la injerencia de los gusanos y el eventual o no gobierno de los nuevos ricos cubanos del CTD, todos adversarios de la revolución cubana. Como dijo el socialista Nahuel Moreno en 1962: “Cuba, epílogo de la primera liberación latinoamericana, es el prólogo de la segunda” y definitiva independencia continental, tarea histórica reservada a los trabajadores del siglo XXI [5]. 

El periodista investigativo estadounidense, Lincoln Steffens, en su visita etnográfica en 1919 al primer Estado Obrero del siglo XX comandado por Lenin y Trotsky, dijo sorprendido: «Hemos visto el futuro [de la civilización] y funciona». Lo mismo aplica para el experimento anticapitalista cubano de 1959 a 1996, quizás más allá o no [6], heredero del Octubre rojo (en nuestro calendario, Noviembre). El cual, pese a la amnesia colectiva pasajera y confusión reinante, el descrédito de la tiranía castrense que restauró el capitalismo de Batista y el aprovechamiento rapaz de oportunidades de los expropiados exiliados, le devolvió la dignidad a América Latina toda. 

El legado de la Revolución Cubana para el siglo XXI será imborrable pues lleva impregnado el germen y semilla del futuro…que será socialista o no habrá futuro alguno para la humanidad y el resto de especies terráqueas…sino la trágica inmersión en el infierno de la barbarie climática, la consumación, si no de la extinción del Caribe (cuestión bastante difícil, pero no imposible), al menos sí el fin de toda civilización compleja. 

Notas: 

[1] Álbum Tribu Mokoya Vol. II y pista 05, y álbum Zangre Zudor y Lágri+ y su pista 08:https://www.youtube.com/watchv=2BLCarWinS8 https://www.youtube.com/watch?v=EV49aPt8B70.

[2] https://www.comunistascuba.org/https://m.facebook.com/BlogComunistas/https://mobile.twitter.com/ComunistasCubahttps://t.me/BlogComunistas.

[3] Cuba: ¿por qué apoyamos el llamado a movilizarse el 15 de noviembre? Disponible en LIT-CI: https://litci.org/es/cuba-por-que-apoyamos-el-llamado-a-movilizarse-el-15-de-noviembre/.

[4] Sergio Ch. (2016). Fidel Castro Ruz (1926-2016) y la situación actual de la Cuba capitalista. Disponible en el Blog Socialista 21 – Ideas para la Acción [censurado]: https://blogsocialista21.wordpress.com/2016/11/27/palabras-socialistas-con-ocasion-de-la-muerte-y-vida-de-fidel-1926-2016-y-la-situacion-de-cuba/ 


[5] Eduardo Mahecha (2019). Nahuel Moreno sobre la Segunda Independencia contra el imperialismo mundial. Artículo no disponible debido a la censura burocrática criolla del Blog Socialista 21 – Ideas para la Acción: https://blogsocialista21.wordpress.com/2019/04/15/nahuel-moreno-sobre-la-segunda-independencia-contra-el-imperialismo-mundial/.


[6] León, R. (2021). Una vez más, acerca de Cuba. Disponible en el ABC de Paraguay [Suplemento Cultural]: https://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/cultural/2021/08/22/ronald-leon-nunez/

 


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