Por: Yenifer Carolina Otálora Coronado[1]
Universidad del Tolima
Ciencia Política
ycotaloracor@ut.edu.co




Uno de los principales debates que plantea la teoría política contemporánea tiene que ver con los postulados acerca del funcionamiento de la Democracia Liberal. Algunos autores plantean una discusión muy interesante al respecto: en donde, dicha Democracia puede estar en dos condiciones: en equilibrio y en crisis. Sin embargo, y más allá de dicha discusión, el presente artículo estará enfocado en los planteamientos acerca de la segunda condición, con el fin de analizar sus consecuencias en el contexto colombiano. Es por este motivo que, las preguntas que guiarán el curso del presente artículo serán: ¿Cuáles son los principales postulados que plantea la Democracia Liberal?, ¿Por qué algunos autores sostienen que la Democracia liberal está en crisis?; y,  por último, ¿Cuál es el resultado de todos estos factores en el contexto colombiano? Los métodos que se implementarán para darle respuesta a los anteriores interrogantes serán: el análisis documental y el estudio de caso. 

DEMOCRACIA LIBERAL: UN BREVE RECUENTO

Para desarrollar el primer interrogante es necesario brindar una contextualización sobre la concepción de la Democracia Liberal y algunos de los postulados que ésta propone.

Primeramente, Velasco (2006), propone que el concepto de  Democracia liberal se ha construido desde una visión de las “teorías clásicas”[2]; que se enfocaban en “la función normativa de la teoría política”, es decir: en los marcos institucionales para la participación política de la ciudadanía, en la representación política, y en la garantía de los Derechos Humanos Fundamentales. 3.1. Ciudadanía, marcos institucionales y participación política
Uno de los factores más importantes para garantizar la participación política de los individuos es la construcción de una ciudadanía. Pero, ¿qué clase de ciudadanía? Al respecto, Velasco (2006.), propone que la ciudadanía, desde una lógica liberal, está ligada a la virtud política que cumpla con la apropiación del “deber del ciudadano”, es decir, en la participación racional de los individuos en los asuntos públicos. Un interrogante que deriva de ello es: ¿Cómo se garantiza entonces que los ciudadanos se apropien de ese deber? Según Velasco (2006), para garantizar ese espacio de discusión se necesita de un marco institucional que sirva de apoyo para la consecución de la participación ciudadana. 
Es menester tener en cuenta que, algunos de esos marcos institucionales podrían ser: las asambleas o los procesos de seguimiento electoral.     Los resultados de dichos procesos, pueden estar presentes en que el electorado tenga incidencia en el índice de participación de los procesos de votación. 

Representación política     

Teniendo en cuenta lo anterior, gracias a las libertades y a los derechos que se garantizan, dentro de la lógica de la Democracia liberal, la representación política es fundamental. 

Las características en materia de representación política de la democracia liberal se limitan a dos puntos fundamentales: Primero, a elecciones periódicas en las que el electorado elige entre las ofertas de diferentes partidos, y segundo, a que el representante, goce de una amplia capacidad decisoria, pues, se confía en su capacidad para la dirección del interés nacional y no tanto en el beneficio de los diferentes intereses de los sectores representados. (Velasco, 2006)

Derechos Humanos

Otro aspecto de la democracia liberal tiene que ver con la idea de que el ciudadano es un “sujeto de derechos” que goza de completa libertad para desarrollarse en la vida privada. Desde una perspectiva crítica, es necesario tener en cuenta que, “a pesar de la defensa de los derechos fundamentales y de las libertades de los individuos para promover el pluralismo de la vida privada, la democracia liberal produce homogenización; según (Velasco, 2006), en materia jurídica, “la esfera privada y pública” es igual para todos los individuos, sin importar sus formas de vida o las comunidades a las que pertenezca.

Dicha homogeneidad produce otra, y es la cultural “que limita la autonomía de los individuos en términos de las alternativas de las formas de vida de la ciudadanía”. Es decir que, bajo el principio de la igualdad de derechos, la democracia liberal tiende a limitar la identidad nacional a una cultura homogenizante y excluyente (Velasco, 2006)


Por otro lado, Según Angulo (2013) la visión liberal de la Democracia consolida sus cimientos, en la libertad negativa[3]; en la que “no hay oposición” , y  que por ende,  el sistema político deba  garantizar que el ciudadano pueda desenvolverse libremente sin que nadie  obstruya su realización individual” (Angulo, 2013)

En cuanto a las características de la democracia liberal, autores clásicos como Montesquieu y Jhon Locke, proponen que éstas son: la regla de la mayoría, la división de poderes estatales (legislativo, ejecutivo y judicial), la existencia de una constitución política que proteja los derechos civiles y políticos como libertad de creencia, de asociación, la propiedad privada de los medios de producción; y la mínima interferencia del Estado en la esfera privada de los individuos. (Angulo, 2013) Teniendo en cuenta lo anterior, se puede resumir que:



DEMOCRACIA LIBERAL EN CRISIS: CONTEXTO COLOMBIANO

Cuando se aborda el tema de la crisis de la Democracia Liberal en el presente artículo, se está haciendo referencia a los planteamientos de Gauchet (2008), y de Puerta (2016):[4]

Gauchet (2008), plantea que la noción de crisis de la Democracia hace referencia a “la resistencia de sectores de la sociedad a las instituciones tradicionales y a la búsqueda de una salida alternativa” (Gauchet, 2008, p. 14). 

Por otro lado, Puerta (2016) plantea que la crisis de la democracia debe verse desde la perspectiva de un debilitamiento de su ejercicio. En el que la sociedad toma distancia cuando la institucionalidad democrática hace a un lado sus intereses primarios para favorecer a quienes detentan el poder. Pero que, en un ambiente de desconfianza o de desmotivación, la ciudadanía deba hacer uso de todos los mecanismos posibles para lograr la participación cívica. (Puerta, 2016)

El contexto colombiano, la crisis de la Democracia se puede ver reflejada en el inconformismo, en el desencanto y en la desconfianza que les tiene la ciudadanía a las diferentes instituciones tradicionales, que desde su deber ser, estarían en la obligación de garantizar el bienestar de todos. Por ende, y teniendo en cuenta los postulados de los autores nombrados con anterioridad, la pregunta que guiará el curso de este apartado será: ¿Cuáles son los elementos que sustentan que el contexto colombiano en materia de democracia liberal está en crisis? 

Corrupción

La corrupción hace que los gobernantes pierdan credibilidad, esto se puede ver reflejado en el manejo de los recursos públicos. Según el informe: “La radiografía de los hechos de corrupción en Colombia (2016-2018)” Entre enero de 2016 y julio de 2018, según los cálculos realizados por el Monitor Ciudadano, se pusieron en juego en Colombia, en 207 hechos de corrupción de 327 reportados por la prensa, cerca de $ 17,9 billones, equivalentes a la mitad del presupuesto de inversión del gobierno nacional en el sector educativo durante 2018 (Informe monitor ciudadano corrupción, 2019) .

Clientelismo

El clientelismo hace que los procesos democráticos para la elección de los trabajadores en un puesto público sean desprestigiados. Esto se puede ver reflejado en las contrataciones irregulares, es decir, sin concurso previo o meritocracia, en nombramientos, o el favorecimiento de intereses particulares. Según Angulo (2013), el funcionamiento del Estado incorporó prácticas clientelistas tradicionales que obstruyeron las alianzas de clase u horizontales. Y considerando lo anterior, no se dio una relación entre iguales, sino que, por el contrario, un cacique político poseía el capital económico mientras que el cliente normalmente era una persona con menos capital social y político que encontraba en esa alianza o amistad desigual la forma de obtener algún beneficio político como, por ejemplo, un empleo o un nombramiento, o un beneficio meramente económico al intercambiar dinero o bienes de poco y mediano valor por apoyo electoral. (Angulo, 2013, pág. 29)

Abstencionismo: Elecciones presidenciales 

Uno de los principios fundamentales de la democracia liberal tiene que ver con el cumplimiento del “deber ciudadano”, que se refiere al ejercicio racional de la participación política a través del voto. Al respecto, en Colombia desde el año 2002 al 2018, se han presentado alarmantes cifras de abstencionismo en las elecciones presidenciales:



Retrasos en los acuerdos de paz

Según el instituto Kroc, de la Universidad de Notre Dame, “tras años de haberse suscrito el acuerdo de paz con las FARC, solo el 23% de los compromisos allí contemplados se ha cumplido totalmente”. (Paz y justicia ET , 2019)

Esto demuestra una falta de Gobernabilidad Democrática. Pues, dicha gobernabilidad debe garantizar instituciones con gobiernos eficaces, eficientes y transparentes, en un ambiente político que haga posible el crecimiento económico, la entrega eficaz de bienes públicos, y la construcción de paz.

Desigualdad y pobreza

Según la revista portafolio, en Colombia se registraron elevados índices de desigualdad y pobreza multidimensional. En dos estudios presentados por el Dane y citados por dicha revista los resultados fueron los siguientes: 

Según la entidad, mientras en el 2018, en el total nacional, el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional fue 19,6%, en los departamentos las diferencias son muy altas. Por ejemplo, Guainía tiene un indicador del 65%, seguida de La Guajira con 51,4%, Chocó con 45,1%, Norte de Santander con 31,5%, y Caquetá con 28,7%. En contraste, las zonas con menores niveles de incidencia de la pobreza multidimensional fueron: Bogotá (4,4%), San Andrés (8,9%), Cundinamarca (11,5%), y Risaralda (12,5%).  El Dane también reveló estadísticas de calidad de vida. Para el total nacional, la satisfacción en el 2018 fue de 8,2 sobre 10, mientras que en las cabeceras fue 8,31, y de 8,12 en centros poblados y rurales dispersos. Estos datos coinciden con los mayores niveles de pobreza que, sin embargo, son distintos a la percepción que tienen los colombianos sobre este tema. (Portafolio, 2019)      Desde una visión crítica, La desigualdad y la pobreza erosionan el tejido democrático, agudizan la falta de cohesión social y nutren el desencanto con la democracia. Sólo en la medida que se atiendan las causas de la pobreza y la exclusión podrá afirmarse que la democracia cumple con su papel.

Propuestas significativas y toma de decisiones, sin la participación de la ciudadanía 

Uno de los principios de la Democracia Liberal tiene que ver con que los representantes gozan de una amplia autonomía para los procesos decisorios. Esto se puede explicar porque la historia ha estado marcada por la utilización del paradigma positivista, que, dentro de sus postulados propone; principios de universalidad, lenguaje científico, y la utilización de técnicas, que limitan de cierta manera los procesos de participación política, por ejemplo, en la toma decisiones, en la creación de políticas públicas y en la presentación de proyectos de ley. Al respecto, este elemento contribuye a que se presente crisis en la Democracia Liberal, puesto que los ciudadanos ya no se sienten representados por sus dirigentes, ya sea por su lenguaje tecnocrático, su mala gestión, la utilización de prácticas clientelistas, o el incumplimiento de propuestas, entre otros. Esto explica que, en la última década se hayan presentado algunos hechos que demuestren el descontento de la ciudadanía con la representatividad y con otros factores:





Asesinatos sistemáticos de Líderes y lideresas sociales

Según el informe de Homicidios contra líderes sociales y defensores de Derechos Humanos (2010 -2019), en los últimos tres años, las agresiones a los líderes sociales y defensores de derechos humanos que se desenvuelven en los distintos ámbitos de liderazgo se han intensificado. Es clave aclarar que esta tendencia al aumento empezó a revertirse en el mes de agosto del 2018. Esta afirmación se fundamenta en los distintos informes realizados por diferentes instituciones, tales como la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación. (Consejería Presidencial para los derechos humanos y asuntos internacionales , 2019)  Al respecto, es importante tener en cuenta las siguientes cifras: 





Desde una visión crítica, según Angulo (2013), en la constitución política de 1991 se consagraron los siguientes elementos: 

“Se definió al Estado como laico y pluralista, se separó la Iglesia del Estado, se planteó un nuevo equilibrio entre las ramas del poder público, se consagraron en su contenido los alcances de los derechos fundamentales, se incluyeron los Derechos Sociales, Económicos y Culturales y se hizo énfasis en el derecho al trabajo, a la salud y a la educación. Con respecto al primero de ellos, la nueva Constitución estableció que debía existir igualdad de oportunidades para los trabajadores, estabilidad en el empleo, una remuneración mínima. Con respecto a la educación, la Constitución consagró la obligación del Estado de suministrarla, pues es un derecho de la persona y un servicio público del Estado que tiene una función social. (Angulo, 2013, págs. 31-32)

Los los Derechos sociales no se están garantizando; tal como lo demuestra la tabla expuesta con anterioridad. Esto trae como consecuencia que la participación política esté reducida mayoritariamente al voto, y los marcos institucionales que se “garantizan” en la constitución no sean utilizados de la mejor manera. 

Vulneración de los derechos humanos 

Tras la segunda guerra mundial, Colombia se vinculó a diferentes tratados internacionales: Primeramente, el 29 de noviembre de 1996 el Gobierno colombiano y la ONU suscribieron en Ginebra un acuerdo por el cual se estableció en el país la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Segundo, la convención internacional de los derechos del niño. (Ley 12 1991, 1991)     

Teniendo en cuenta lo anterior, algunos hechos lamentables demuestran que en Colombia existen serios problemas con relación al funcionamiento de los Derechos Humanos:
 
°Bombardeo del ejército a un campamento guerrillero donde se encontraban niños, niñas, y adolescentes.

° Fuerza desmedida del ESMAD: Donde fueron asesinados algunos ciudadanos que hacían parte de las marchas pacíficas en el mes de noviembre del año 2019.

° El cementerio del horror en Dabeiba: Donde se encontraron más de 50 cuerpos de falsos positivos. 

Desde una perspectiva crítica, en el contexto colombiano, la Democracia Liberal no está garantizando efectivamente los Derechos Humanos, y, en consecuencia,


 tampoco se están cumpliendo los tratados internacionales. Lo cual demuestra que el gobierno actual sea incapaz de responder a la justicia social que le exigen los ciudadanos en las reivindicaciones sociales.

Entre otros, todos los anteriores factores, han hecho que la ciudadanía pase del inconformismo a las calles, puesto que las instituciones tradicionales, en el contexto actual no están cumpliendo de manera efectiva su labor de ser las garantes de los Derechos, de las libertades, de la participación política y de la representatividad efectiva, y en esa atmósfera de desconfianza y desmotivación la ciudadanía debe movilizarse hacia la búsqueda de alternativas para la resolución de sus demandas, esto explica el actual paro nacional, las marchas, las protestas, y la necesidad de movilización de ciudadanías emergentes.



REFLEXIONES FINALES

La actualidad propone una de las principales preocupaciones de la historia, consistente en la necesidad de conciliar el respeto por las leyes, la indelegable defensa de la libertad individual y colectiva y por supuesto el derecho a la movilización social de acuerdo con sus propios principios.  Todo esto en la proposición respecto a la coherencia que debe existir en cuanto a la naturaleza


del ser humano, sus normas de interacción social y desde esta condición llegar a una real preparación a través de la acción participativa.

Pero para que esto suceda, indiscutiblemente, el Estado y en correspondencia sus instituciones, están en la obligación de congregar y adaptar una serie de características y condicionamientos que lleven al logro de un real proceso democrático, que en consecuencia tienda al mejoramiento del bienestar social e individual. Pero de manera lógica, esto podría lograrse siempre y cuando se establecieran las herramientas y recursos necesarios para desarrollar, así que, ¿cómo lograr esto si no se generan los recursos y condiciones necesarias para un proceso adecuado y significativo en los centros de participación ciudadana?

Para entender el papel del Estado en este proceso, es fundamental hacer una remisión hacia las teorías desarrolladas por Jean-Jacques Rousseau en el “Contrato Social” y en el cual se trata de organizar la sociedad de una nueva manera, sin renunciar a la libertad (Rousseau, 1963). El filósofo expresa de igual manera que bajo esta condición, no se trata de llegar a un estado de incivilización, ni tampoco despreciar la sociedad. El problema de acuerdo con Rousseau, se halla en “cómo encontrar la forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común, la persona y los bienes de cada asociado, y por el cual cada uno, uniéndose a los demás, permanezca libre como antes”.

Así mismo, las oposiciones de los intereses particulares han generado que sea indispensable el establecimiento de sociedades; por ello, el Estado tiene por fin la promoción de lo que hay en común, en el encuentro de los intereses particulares.

Bajo esta condición, el contrato social tendría que ser la condición esencial para la gobernanza estatal, sin embargo, en Colombia, esta situación está lejos de ser concebida como importante para el equilibrio social. Desde hace muchos años, una parte de la población (la clase dirigente y empresarial), tiene mayores privilegios y en correspondencia, existe una ambivalencia reinante en el desarrollo social; de una parte, la actualidad obliga a una preparación adecuada (provista por el Estado) para el logro de una productividad, pero este mismo Estado, provee una ínfima y decepcionante preparación a la clase trabajadora, impidiendo con ello un verdadero desarrollo. 

En este contexto es importante acotar que la no existencia de una preparación (léase participación para el caso), relega al ciudadano del común al logro de unas condiciones adecuadas en cuanto a su calidad de vida. Por ende, no se generan las condiciones para una evolución y el Estado de igual manera no surge bajo las condiciones óptimas. Es decir, la sociedad se encuentra ante una problemática substancial, puesto que la indiferencia del gobierno para el logro de un desarrollo integral de todos sus ciudadanos, detiene con ello el desarrollo del Estado en general. 

Todo lo anterior, establece que el Estado colombiano no cumple con su parte en relación con el Contrato Social, pues para los gobernantes, no se confiere como fundamental para el logro de las óptimas condiciones de equilibrio social. Por ende, es fundamental que se den las condiciones para la participación política, y las protestas que se han generado, lejos de tratar de lograr una involución en la justicia y organización social, busca un nuevo horizonte para el progreso de la sociedad.

REFERENCIAS
Angulo, M. (2013). CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA Y DEMOCRACIA LIBERAL EN COLOMBIA. UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, 4-
Gauchet, M. (2008). La democracia. De una crisis a otra. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión. 
Consejería Presidencial para los derechos humanos y asuntos internacionales . (2019). Informe de   Homicidios contra lideres sociales y defensores de Derechos Humanos. Bogotá .
Howlett, M., Ramesh, M., & Perl, A. (2018). Estudiar las politicas públicas: ciclos y subsistemas de las políticas. Documentos de trabajo para las políticas públicas, 8.
Informe monitor ciudadano corrupción. (2019). RADIOGRAFÍA DE LOS HECHOS DE CORRUPCION EN COLOMBIA 2016 -2018. Bogotá: Corporación Transparencia por Colombia .
Instituto Geográfico Agustín Codazzi. (2019). Mapeando la abstención electoral de Colombia en el siglo XXI. Bogotá: IGAC.
Ley 12 1991. (22 de Enero de 1991). Convención internacional sobre los derechos del niño. Obtenido de Convención internacional sobre los derechos del niño: https://www.oas.org/dil/esp/Convencion_Internacional_de_los_Derechos_del_Nino _Colombia.pdf
Paz y justicia ET . (9 de abril de 2019). ¿cómo va la implementación de los acuerdos de paz con las FARC Según Kroc. El tiempo, pág. 2.
Portafolio. (2019 de Julio de 2019). Colombia es cada vez más desigual, asegura el Dane. Portafolio, pág. 1.
Puerta, M. (2016). Crisis de la democracia. Un recorrido por el debate en la teoría. Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad, 17-18.
Rousseau, J. J. (1963). El Contrato Social o principios del Derecho politico. Barcelona: Fabril Editora.
Sáiz, Á. (2000). Teoria política verde: balance de una disciplina emergente. Revista española de Ciencia Polítca, 161 - 194.
Stake, R.E. (1994). Case studies. En N.K.     Denzin y Y.S. Lincoln (Dirs.). Handbook of qualitative research (pags. 236-247). London: Sage.
Valencia, E. (s.d. de s.m. de s.a.). Universidad tecnólogica de Pereira. Obtenido de Universidad tecnólogica de Pereira: https://univirtual.utp.edu.co/pandora/recursos/1000/1771/1771.pdf
Velasco, A. (s.a.). Democracia liberal y Democracia republicana . Instituto de Investigaciones Filosóficas (UNAM, México) , 73,77.                                                   



[1]  Estudiante de octavo semestre de Ciencia política de la Universidad del Tolima, Voluntaria del programa para la paz y miembro del semillero Ambiente, Territorio y Desarrollo.
[2] Se hace referencia a las teorías de Tocqueville, John Stuart Mill y Rousseau.
[3] Este término es propio de la teoría política del autor Thomas Hobbes
[4] Es menester aclarar que existen muchos autores que aportan a la discusión sobre la crisis de la democracia liberal, pero se eligieron estos dos, porque se pueden aplicar para el caso del contexto colombiano.

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