Conforme se acerca el perÃodo electoral,
las disputas y contradicciones internas del Pacto Histórico comienzan a
agudizarse. Las pujas por el encabezamiento de listas y las luchas intestinas
por el aval-marca electoral del partido de gobierno se convierten, poco a poco,
en el centro del debate de las izquierdas. El departamento del Tolima no es la
excepción frente a este escenario de reacomodamiento de fuerzas entre las distintas
facciones del progresismo. Durante estas semanas, han empezado a correr sondeos
y encuestas de opinión que miden la fuerza electoral de los principales lÃderes
del progresismo en la región.
No es para menos: luego del triunfo
electoral de Martha Alfonso (representante por el Partido Alianza Verde – Pacto
Histórico) y Olga B. González (representante por el Partido Liberal) en 2022,
el campo progresista baraja sus nuevas apuestas para los comicios del 2026. Al
dÃa de hoy, se han anunciado más de 14 candidaturas por parte de los sectores
alternativos para las próximas elecciones regionales. Entre dichas
candidaturas, se destaca, nuevamente, la de la congresista Martha Alfonso,
quien intentará revalidar su curul en Cámara de Representantes o dar un salto a
Senado de la República.
En esta editorial, presentamos un
breve balance sobre su paso por el Congreso de la República y situamos su
agenda legislativa dentro de las contradicciones internas del Pacto Histórico.
En primer lugar, debe señalarse que la candidatura de Martha Alfonso (2022)
surge como resultado de un proceso de organización ciudadana de mediano y corto
plazo. En el mediano plazo, la congresista acompañó procesos de organización de
mujeres en el Sur del Tolima (Red Departamental de Mujeres del Tolima) y
participó de las luchas del movimiento ambiental del departamento por la implementación
de mecanismos de Consulta Previa.
En el corto plazo, se destacó por su
participación en la huelga general de masas contra las polÃticas de ajuste
estructural del Gobierno Duque (2021) que derivó en la organización de
distintas asambleas populares a nivel local. Justamente, en este contexto de
movilización social masiva e impugnación al régimen neoliberal emerge la
candidatura de Martha Alfonso. En un inicio, su agenda legislativa giró
alrededor de cinco puntos: i. protección de la producción
nacional, de la economÃa de la clase trabajadora y empleabilidad; ii.
paz territorial; iii. educación y cultura para la dignidad
humana; iv. defensa territorial y ambiental; v. defensa
de los derechos de las mujeres y disidencias sexuales.
Una vez electa, estos cinco ejes
programáticos se han desarrollado en distintos escenarios, entre los que se
destacan la Comisión Séptima del Congreso de la República, la Comisión para la
Equidad de la Mujer, la Comisión de Paz y la Comisión de Ley Estatutaria de
Educación. En los tres últimos periodos de legislatura, ha sido co-ponente de
proyectos de ley sobre economÃa popular y comunitaria, estatuto de igualdad de
niñas y mujeres, vinculación laboral de madres comunitarias, aumento de
subsidios a adultos mayores en condición de pobreza, oportunidades a
cuidadores, salud mental y bienestar psicosocial, empleo y emprendimiento,
estabilidad laboral y talento humano en el ICBF. Además, ha realizado debates
de control polÃtico frente a la crisis del sector cafetero, aumento de
situaciones de violencia basada en género, orden público y reclutamiento de
menores.
Sin embargo, su papel más
representativo lo ha desempeñado en la coordinación de las ponencias de reforma
pensional, reforma a la salud y reforma laboral del Gobierno Petro. En materia
pensional, se destacó por ser una de las piezas fundamentales en la
construcción del articulado, en la reducción de semanas de cotización para
mujeres, en el reconocimiento del sistema de cuidados y en la pensión
anticipada para cuidadores y personas discapacitadas. En materia de salud y
trabajo, defendió el fortalecimiento financiero de la red hospitalaria pública,
la eliminación de la intermediación financiera de las EPS en el giro estatal a
hospitales, la recuperación de las horas extras, el recargo dominical y la
restauración de derechos laborales y sindicales básicos para la clase
trabajadora.
En cuanto a la agenda regional,
Martha Alfonso participó en las 18 mesas territoriales que ayudaron a construir
el Plan Nacional de Desarrollo y definir el lugar del departamento dentro del
Sistema General de RegalÃas. Impulsó la creación del corredor de bioturismo
cultural en el Norte del Tolima, la modernización agrÃcola en el distrito de
riego en el triángulo del sur, la readecuación de la infraestructura educativa
del SENA, la ESAP y la Universidad del Tolima y la restauración ecológica de la
cuenca del RÃo Magdalena en el Sur del Tolima. También incentivó, por medio de
iniciativa legislativa, la creación de escuelas de liderazgo femenino y la
inclusión de la agenda de género en la mesa de reincorporación en Icononzo.
Otras de las iniciativas de interés
local están relacionadas con los debates de control polÃtico por la crisis de
desabastecimiento de agua en Ibagué y por la ausencia de un plan departamental
de atención ante riesgo de inundaciones en temporadas de lluvia. Además, del
control polÃtico a obras inconclusas (elefantes blancos) en el Tolima y la
inclusión del Hospital de Tercer Nivel en Chaparral, el anillo vial del Sur y
la Universidad de la Paz dentro del Plan Nacional de Desarrollo. Como es
evidente, los cinco ejes programáticos de campaña se han desglosado a lo largo
de estos tres años de legislatura y han combinado un trabajo de producción
técnica-legislativa y organización de procesos comunitarios.
En ese sentido, consideramos que el
proyecto legislativo de Martha Alfonso ha representado un progreso tanto para
las luchas sociales del departamento del Tolima (de tipo sindical, ambiental,
feminista y estudiantil) como para el conjunto de la ciudadanÃa (que se
beneficiará de las transformaciones y planes de reforma del Gobierno Nacional).
Ha sido, hasta el dÃa de hoy, una representación en función de los intereses
populares del departamento que ha logrado articular la disputa en los aparatos
institucionales (campo estratégico del Estado) con procesos de autoorganización
popular y lucha social extra-institucional.
El lugar de la agenda legislativa
local en las disputas y contradicciones nacionales:
Luego de presentar un breve balance
de la gestión legislativa de Martha Alfonso, nos interesa situar su agenda al
interior de las contradicciones del Pacto Histórico. Uno de los desafÃos que ha
enfrentado este ciclo de transformación nacional está relacionado con los
lÃmites de la vÃa parlamentaria para tramitar reformas estructurales: en los
últimos años, hemos asistido a un bloqueo parlamentario por parte de las clases
dominantes a las iniciativas de cambio estructural. Se trata de mecanismo de
inmovilidad polÃtica que le permite al bloque dominante preservar sus intereses
y conservar las estructuras del viejo régimen.
Por su parte, el Gobierno Petro ha explorado distintas alternativas para salir del estado de inmovilidad polÃtica y desbloquear el cierre institucional promovido por los representantes de la oligarquÃa. En función de este objetivo, planteó la Consulta Popular como un mecanismo de aprobación extraparlamentaria de las reformas, como un nuevo campo de interacciones polÃticas con el movimiento social-popular y como un nuevo momento polÃtico-estratégico del progresismo. Con esto, el Gobierno pasó de una estrategia de movilización social contenida a un momento de excedencia democrática que intentaba desbordar los estrechos lÃmites de la democracia y el procedimentalismo liberal.
En este punto es clave retomar aspectos de la agenda legislativa a nivel local. Al caracterizar la agenda parlamentaria de Martha Alfonso, destacamos su doble apuesta polÃtica: al interior de las instituciones estatales (especialmente, en el orden legislativo) y al interior de procesos autoorganizativos de la sociedad civil. La Consulta Popular permitÃa retomar esa doble perspectiva de la estrategia de transformación nacional en la medida que implicaba un trabajo de base de tipo electoral y un fortalecimiento de las estructuras comunitarias. Aunque la Consulta se desinfló tras la reanudación de los debates de la reforma laboral, planteó algunos retos estratégicos para el progresismo.
El primero de ellos tiene que ver con los canales a través de los cuales el Gobierno Petro gestionará, en este último perÃodo, su programa de reformas. En ese sentido, la estrategia parlamentaria -que seguirá siendo el mecanismo de trámite de los proyectos de cambio- requiere de una articulación con los procesos autoorganizativos de la sociedad civil. Esta forma de articulación se sostiene sobre la base de que los movimientos sociales son actores aliados del Gobierno, por tanto, establecen repertorios de acción ligados a la aprobación de las reformas, pero que, al mismo tiempo, mantienen principios de autonomÃa e independencia conforme a su estructura de intereses.
Por esta razón, resulta clave
resaltar el papel legislativo de Martha Alfonso. Su gestión, desde un
principio, ha mediado los intereses del movimiento social (fortaleciendo
procesos de organización comunitaria y movilización ciudadana) con las apuestas
estratégicas del progresismo institucional (relacionados con los proyectos de
reforma). Justamente, en este basculamiento de fuerzas sociales e institucionales
se juega la posibilidad de reelegir un Gobierno de corte
progresista, de profundizar la experiencia de cambio y de romper
los patrones de selectividad estructural por medio de los cuales las clases
dominantes logran preservar sus intereses en el Estado. En esto, el rol de
Martha Alfonso ha demostrado que es posible transformar las estructuras del
antiguo régimen sin hacer concesiones al bloque reaccionario y sin “vender el
alma al diablo”.
Cerramos esta editorial insistiendo
en una idea: es necesario conservar la representación de Martha Alfonso en el
Congreso de la República por dos razones. Primero, su agenda legislativa ha
estado en función de posicionar los problemas sociales y económicos del
departamento dentro de las prioridades del Gobierno Nacional, a su vez, ha
operado como una figura de mediación de los conflictos sociales y las luchas
sociales de la región; segundo, su trabajo legislativo ha sido fundamental en
la transformación del modelo de gestión neoliberal (especialmente, en temas
relacionados con la regulación de la intermediación financiera en sistemas de
protección social y el cambio de enfoque en las polÃticas de focalización del
gasto público y asistencia social).
El trabajo legislativo de Martha Alfonso permite demostrar que es posible disputar los puestos de representación estatal sin renunciar al horizonte estratégico del movimiento popular y sin ser cooptado por las clases dominantes. Pero también permite demostrar que las grandes transformaciones a nivel nacional requieren, indefectiblemente, de procesos de organización social en el ámbito subnacional. No es casual que la congresista Martha Alfonso reivindique conceptos de la sociologÃa situacional-contextual (campo del que proviene) para analizar el Gobierno del Cambio. De allà desprende sus conclusiones polÃticas y estratégicas para el nuevo presente de nuestro paÃs y de nuestra región.
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